En multitud de ocasiones los divorcios contenciosos desembocan en una lucha sin cuartel en los Juzgados. Desgraciadamente este tipo de divorcios suelen ser consecuencia de rencores y deseos de castigar a la pareja, y normalmente esto se realiza de dos formas: intentando un resarcimiento económico o intentando evitar que la ex pareja tenga acceso a los niños.
A pesar del miedo inicial por parte de los padres a perder la custodia de los hijos, la tendencia actual de otorgar la custodia compartida aún no está completamente implementada y muchas veces uno de los progenitores necesita demostrar su idoneidad para acceder a un régimen de visitas más amplio, acorde con las necesidades afectivas de niños y padres.